1 PEDRO
CAPÍTULO 1
2.
Ver EGW com. Rom. 11:4-6; Efe. 1:4-5, 1 l; 2 Ped. l: 10.
5.
Ver EGW com. Apoc. 2:1-5.
6-7.
Ver EGW com. 2 Cor. 4:17-18; Heb. 12:11.
11-12.
Ver EGW com. Fil. 2:5-8; 1 Tim. 3:16.
16 (Heb. 12:14). Las cuerdas del amor que atraen.-
Así como Jehová es santo, él exige que los suyos sean santos, puros, inmaculados, pues sin santidad nadie verá al Señor. Los que lo adoran con sinceridad y verdad serán aceptados por él. Si los miembros de iglesia eliminan todo culto al yo y quieren recibir en su corazón el amor a Dios y el amor mutuo que llenaba el corazón de Cristo, nuestro Padre celestial manifestará constantemente su poder mediante ellos. Únanse los hijos de Dios con las cuerdas del amor divino. Entonces el mundo reconocerá el poder de Dios que obra milagros, y reconocerá que él es la Fortaleza y el Ayudador de su pueblo que guarda sus mandamientos (MS 125, 1907).
18-19.
Ver EGW com. Col. 2:9.
19.
Ver EGW com. Juan l: 14.
22 (Rom. 5:1; Gál. 5:6; Efe. 2:8; Heb. 11: 1). La creación de la fe.-
El apóstol Pedro, bajo la inspiración del Espíritu, describe a los cristianos como los que han purificado sus almas obedeciendo a la verdad. En proporción con la fe y el amor que pongamos en nuestra obra, será el poder que se pondrá en ella. Ningún hombre puede crear fe. El Espíritu que opera en la mente humana y la ilumina, crea fe en Dios. Se declara en las Escrituras que la fe es don de Dios poderoso para salvación, que ilumina los corazones de los que buscan la verdad como un tesoro escondido. El Espíritu de Dios, impresiona la verdad en el corazón. El Evangelio es llamado poder de Dios para salvación porque sólo Dios puede hacer que la verdad sea un poder que santifique el alma. Sólo él puede hacer 952 que la cruz de Cristo triunfe (MS 56 1899).
(Juan 3:21; Tito 2:11; 1 Juan i:3; ver EGW com. 1 Juan 3:3-6; 4:7-8.) Aventando el pecado del alma.-
El Señor purifica el corazón en una forma muy similar a la que empleamos para ventilar una habitación. No cerramos las puertas y ventanas e introducimos alguna sustancia purificadora, sino que abrimos las puertas y las ventanas de par en par y dejamos que penetre la atmósfera purificadora del ciclo. Dice el Señor: "El que practica la verdad viene a la luz". Las ventanas del impulso, del sentimiento, deben ser bien abiertas hacia el cielo, y debe expulsarse el polvo del egoísmo y de la mundanalidad. La gracia de Dios debe barrer las cámaras de la mente, la imaginación debe tener temas celestiales para su contemplación, y cada elemento de la naturaleza debe ser purificado y vitalizado por el Espíritu de Dios (MS 3, 1892).
CAPÍTULO 2
1-2 (Heb. 12:15). Obra misionera objetable.-
[Se cita 1 Ped. 2:1-2.]... Somos compañeros de peregrinación que buscamos una patria mejor, una patria celestial. Dios nunca nos dirá al fin de nuestra jornada "Bien, buen siervo y fiel", si ahora fomentamos un espíritu que anhela sobresalir desalojando a otros. Maldad, engaño, hipocresía, envidia y maledicencia son cosas que Dios aborrece, y nadie que revele esos frutos en su vida entrará en el reino de los cielos...
Los que continuamente están criticando quizá parezcan estar constantemente ansiosos e interesados en el bienestar de otros. Puede parecer que están activamente ocupados en una buena obra; pero su obra es positivamente dañina, y no es considerada por el Señor como si tuviera algún valor. Por doquiera se propaga un "se dice". Mediante oscuras sugestiones otras mentes quedan llenas de sospechas y de desconfianza; se crea desasosiego. Los que han prestado atención a un "se dice" rememoran algo que han observado en sus hermanos que podría haber sido malo, y se da importancia a algo que no merece ser tenido en cuenta. Esas palabras aparentemente inocentes echan largas y firmes raíces en la mente de los que las oyen y se produce un daño incalculable. Se siembran semillas de amargura; malas sugestiones se inflaman en el corazón humano, y la semilla brota para dar una abundante cosecha.
El enemigo de todo lo bueno pone en marcha una objetaba obra misionera de esta clase. Uno que profesa estar trabajando para Cristo es tentado por Satanás para que indague en las mentes de otros, y pregunte qué opinión tienen de palabras que han sido pronunciadas. En esa forma se siembran suspicacia y envidias en muchos corazones. Si los que llevan a cabo esta obra misionera pudieran ver cómo es considerada por el Señor del cielo, si por un día pudieran rastrear el curso de su obra y pudieran ver sus funestos resultados, se arrepentirían.
Hacer el bien a todos, cumplir fielmente nuestros deberes en el hogar, dedicar nuestro tiempo a comparar nuestra vida con la de Cristo, orar en procura de una mente humilde y santificada: ésta es la obra misionera que el Señor pide que hagamos. Los ángeles del cielo no pueden actuar con el ser humano que siembra las semillas de disensión y contienda; pero los malos ángeles lo acompañan doquiera va (MS 47, 1896).
2.Alimentando el alma con la verdad.-
Ir a Dios inspira confianza y estimula el alma a la acción. El cuerpo morirá si se lo priva de la nutrición adecuada, y lo mismo sucede con el alma. Para tener fortaleza espiritual, o siquiera vida, ella debe ser alimentada con la Palabra que es espíritu y vida. Debe ser continuamente alimentada por la verdad que relaciona el alma con Aquel en quien vivimos, y nos movemos y somos (MS 16, 1890).
4-5.
Ver EGW com. Efe. 2:19-2 l.
5.
Ver EGW com. Sal. 144:12.
11.
Ver EGW com. 1 Cor. 9:24-27.
12.
Ver EGW com. Rom. 12:17.
21.
Ver EGW com. Apoc. 14:4.
24 (ver EGW com. Heb. 2:14; 7:25). Los malos hábitos deben ser firmemente resistidos.-
Se describe a Cristo como quien lleva los pesares y dolores causados por el pecado, y él hace esto no sólo como nuestro amigo que simpatiza con nosotros, sino como nuestro sustituto. Por lo tanto, nuestros pecados de egoísmo, de carácter inamistoso, de indolencia, de malos hábitos y malas prácticas, deben ser eliminados positiva y firmemente. El que se desliga de Satanás no debe dar lugar a sus tentaciones. Consideren las almas que van a Cristo que él es quien lleva los pecados... Que el alma arrepentida se aferre por fe del recurso preparado para salvarla no en sus pecados sino de sus pecados. Cristo, como el que lleva los pecados, debe quitar los pecados y rescatar al pecador de su malsana 953 condición espiritual (MS 56, 1900).
Un puente sobre el abismo.-
El hombre quedó separado de Dios debido a la transgresión; se rompió la comunión entre ellos; pero Jesucristo murió en la cruz del Calvario llevando en su cuerpo los pecados de todo el mundo, y el abismo entre el ciclo y la tierra fue unido por esa cruz con un puente. Cristo conduce a los hombres al abismo y señala el puente con el cual es atravesado, y dice: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame" (MS 21, 1895).
CAPÍTULO 3
1-5.
Ver EGW com. Isa. 3:18-23.
3-4 (Exo. 32:1-6; ver EGW com. Núm. 15:38-39). Los pimpollos y los capullos del orgullo.-
Hay ídolos que se albergan hoy día en nuestras familias y en nuestras iglesias. Esos ídolos tienen sobre nosotros la misma influencia que tuvo el becerro de oro sobre los israelitas. ¿Se escudriñará a sí misma la grey? Los pastores de la grey, ¿harán su obra como fieles centinelas de Dios? ¿Verán qué ídolos están albergando? Cada uno de los que presiden, ¿considerará que debemos ser un pueblo separado y diferente del mundo en lo que respecta a modas en el vestido, la forma de hablar, de conducta? ¿Discernirán la idolatría en asuntos grandes y pequeños, y que ella nos está separando de Dios? Cuando llegan las reprensiones se avergüenzan, pero no se arrepienten. Han tenido gran luz, grandes oportunidades, línea sobre línea y mandamiento tras mandamiento; pero el orgullo brota y florece en sus vestiduras y revela los pensamientos y las intenciones del corazón (MS 52, 1898).
(1 Tim. 2:8-10.) ¿Qué ídolos estamos albergando?-
Esta idolatría del antiguo Israel fue una ofensa para Dios, ¿pero no hay hoy ídolos tan ofensivos albergados en nuestras familias e iglesias, ídolos que tienen sobre nosotros la misma influencia que tuvo el becerro de oro sobre los israelitas? En el profeso pueblo de Dios hay una clara desobediencia en cuanto a las admoniciones dadas por Pedro: "Vuestro atavío no sea el externo . . . "
Ha llegado el tiempo cuando nosotros, en conjunto, debiéramos escudriñarnos para ver qué ídolos estamos albergando, cuando los pastores de la grey debieran hacer una fiel obra como los centinelas de Dios. En el vestido, en la manera de hablar, en la conducta, debemos ser un pueblo distinto y separado del mundo. "Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda. Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad" (RH 7-31899).
La pasión por la ostentación.-
En la raíz de la ruina de muchos hogares se encuentra la pasión por la ostentación. Hombres y mujeres calculan y hacen planes para conseguir recursos con el fin de que puedan parecer más ricos que sus vecinos; pero aunque puedan triunfar en su lucha desesperada, no son verdaderamente felices. La verdadera felicidad brota de un corazón en paz con Dios [se cita 1 Ped. 3:3-4] (MS 99, 1902).
El encanto del valor moral.-
El valor moral tiene n encanto que no poseen la riqueza y las atracciones externas. La mujer que tiene el ornato de un espíritu afable y apacible, tiene delante de Dios una prenda de gran valor, frente a la cual la plata de Tarsis y el oro de Ofir son nada. La desposada de Salomón no se puede comparar en toda su gloria con uno de esos tesoros familiares (HR mayo, 1878).
8.Una suprema reverencia por la verdad.-
"Amándoos fraternalmente, compasivos, amigables". Albergad una reverencia suprema por la justicia y la verdad, y odio por toda crueldad y opresión. Haced a otros lo que queréis que os hagan a vosotros. Dios os prohibe que os favorezcáis a expensas de otro (RH 13-4-1905).
18-20.
Ver EGW com. Gén. 6:3.
CAPÍTULO 4
17.
Ver EGW com. Apoc. 11: 1
19. El Espíritu actúa en los arrepentídos.-
Significa mucho entregar el cuidado del alma a Dios. Significa que debemos vivir y caminar por fe, no confiando en el yo ni glorificándolo, sino buscando a Jesús nuestro Abogado, como el autor y consumador de nuestra fe. El Espíritu Santo actuará en el corazón que está arrepentido; pero nunca puede actuar en la persona vanidosa, farisaica, pues ésta tratará en su propia sabiduría de mejorarse a sí misma. Se interpone entre su alma y el Espíritu Santo. El Espíritu Santo 954 actuará si no se interpone el yo (MS 148, 1897).
CAPÍTULO 5
2-3 (Hech. 20:28). Un amplio campo para los dirigentes de la iglesia.-
Dios no es glorificado por los dirigentes de la iglesia que tratan de arrear a las ovejas. No, no. "Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey". Hay un amplio campo para los ancianos y los que ayudan en cada iglesia. Deben alimentar la grey de Dios con grano limpio, debidamente aventado del tamo, la venenosa mezcla del error. Vosotros los que tenéis alguna parte que cumplir en la iglesia de Dios, aseguraos de que actuáis con sabiduría al alimentar la grey de Dios, pues su prosperidad depende mucho de la calidad de este alimento (MS 59, 1900).
3.
Ver EGW com. Sal. 89:14.
6.
Ver EGW com. Sant. 4: 10.
CAPÍTULO 1
2.
Ver EGW com. Rom. 11:4-6; Efe. 1:4-5, 1 l; 2 Ped. l: 10.
5.
Ver EGW com. Apoc. 2:1-5.
6-7.
Ver EGW com. 2 Cor. 4:17-18; Heb. 12:11.
11-12.
Ver EGW com. Fil. 2:5-8; 1 Tim. 3:16.
16 (Heb. 12:14). Las cuerdas del amor que atraen.-
Así como Jehová es santo, él exige que los suyos sean santos, puros, inmaculados, pues sin santidad nadie verá al Señor. Los que lo adoran con sinceridad y verdad serán aceptados por él. Si los miembros de iglesia eliminan todo culto al yo y quieren recibir en su corazón el amor a Dios y el amor mutuo que llenaba el corazón de Cristo, nuestro Padre celestial manifestará constantemente su poder mediante ellos. Únanse los hijos de Dios con las cuerdas del amor divino. Entonces el mundo reconocerá el poder de Dios que obra milagros, y reconocerá que él es la Fortaleza y el Ayudador de su pueblo que guarda sus mandamientos (MS 125, 1907).
18-19.
Ver EGW com. Col. 2:9.
19.
Ver EGW com. Juan l: 14.
22 (Rom. 5:1; Gál. 5:6; Efe. 2:8; Heb. 11: 1). La creación de la fe.-
El apóstol Pedro, bajo la inspiración del Espíritu, describe a los cristianos como los que han purificado sus almas obedeciendo a la verdad. En proporción con la fe y el amor que pongamos en nuestra obra, será el poder que se pondrá en ella. Ningún hombre puede crear fe. El Espíritu que opera en la mente humana y la ilumina, crea fe en Dios. Se declara en las Escrituras que la fe es don de Dios poderoso para salvación, que ilumina los corazones de los que buscan la verdad como un tesoro escondido. El Espíritu de Dios, impresiona la verdad en el corazón. El Evangelio es llamado poder de Dios para salvación porque sólo Dios puede hacer que la verdad sea un poder que santifique el alma. Sólo él puede hacer 952 que la cruz de Cristo triunfe (MS 56 1899).
(Juan 3:21; Tito 2:11; 1 Juan i:3; ver EGW com. 1 Juan 3:3-6; 4:7-8.) Aventando el pecado del alma.-
El Señor purifica el corazón en una forma muy similar a la que empleamos para ventilar una habitación. No cerramos las puertas y ventanas e introducimos alguna sustancia purificadora, sino que abrimos las puertas y las ventanas de par en par y dejamos que penetre la atmósfera purificadora del ciclo. Dice el Señor: "El que practica la verdad viene a la luz". Las ventanas del impulso, del sentimiento, deben ser bien abiertas hacia el cielo, y debe expulsarse el polvo del egoísmo y de la mundanalidad. La gracia de Dios debe barrer las cámaras de la mente, la imaginación debe tener temas celestiales para su contemplación, y cada elemento de la naturaleza debe ser purificado y vitalizado por el Espíritu de Dios (MS 3, 1892).
CAPÍTULO 2
1-2 (Heb. 12:15). Obra misionera objetable.-
[Se cita 1 Ped. 2:1-2.]... Somos compañeros de peregrinación que buscamos una patria mejor, una patria celestial. Dios nunca nos dirá al fin de nuestra jornada "Bien, buen siervo y fiel", si ahora fomentamos un espíritu que anhela sobresalir desalojando a otros. Maldad, engaño, hipocresía, envidia y maledicencia son cosas que Dios aborrece, y nadie que revele esos frutos en su vida entrará en el reino de los cielos...
Los que continuamente están criticando quizá parezcan estar constantemente ansiosos e interesados en el bienestar de otros. Puede parecer que están activamente ocupados en una buena obra; pero su obra es positivamente dañina, y no es considerada por el Señor como si tuviera algún valor. Por doquiera se propaga un "se dice". Mediante oscuras sugestiones otras mentes quedan llenas de sospechas y de desconfianza; se crea desasosiego. Los que han prestado atención a un "se dice" rememoran algo que han observado en sus hermanos que podría haber sido malo, y se da importancia a algo que no merece ser tenido en cuenta. Esas palabras aparentemente inocentes echan largas y firmes raíces en la mente de los que las oyen y se produce un daño incalculable. Se siembran semillas de amargura; malas sugestiones se inflaman en el corazón humano, y la semilla brota para dar una abundante cosecha.
El enemigo de todo lo bueno pone en marcha una objetaba obra misionera de esta clase. Uno que profesa estar trabajando para Cristo es tentado por Satanás para que indague en las mentes de otros, y pregunte qué opinión tienen de palabras que han sido pronunciadas. En esa forma se siembran suspicacia y envidias en muchos corazones. Si los que llevan a cabo esta obra misionera pudieran ver cómo es considerada por el Señor del cielo, si por un día pudieran rastrear el curso de su obra y pudieran ver sus funestos resultados, se arrepentirían.
Hacer el bien a todos, cumplir fielmente nuestros deberes en el hogar, dedicar nuestro tiempo a comparar nuestra vida con la de Cristo, orar en procura de una mente humilde y santificada: ésta es la obra misionera que el Señor pide que hagamos. Los ángeles del cielo no pueden actuar con el ser humano que siembra las semillas de disensión y contienda; pero los malos ángeles lo acompañan doquiera va (MS 47, 1896).
2.Alimentando el alma con la verdad.-
Ir a Dios inspira confianza y estimula el alma a la acción. El cuerpo morirá si se lo priva de la nutrición adecuada, y lo mismo sucede con el alma. Para tener fortaleza espiritual, o siquiera vida, ella debe ser alimentada con la Palabra que es espíritu y vida. Debe ser continuamente alimentada por la verdad que relaciona el alma con Aquel en quien vivimos, y nos movemos y somos (MS 16, 1890).
4-5.
Ver EGW com. Efe. 2:19-2 l.
5.
Ver EGW com. Sal. 144:12.
11.
Ver EGW com. 1 Cor. 9:24-27.
12.
Ver EGW com. Rom. 12:17.
21.
Ver EGW com. Apoc. 14:4.
24 (ver EGW com. Heb. 2:14; 7:25). Los malos hábitos deben ser firmemente resistidos.-
Se describe a Cristo como quien lleva los pesares y dolores causados por el pecado, y él hace esto no sólo como nuestro amigo que simpatiza con nosotros, sino como nuestro sustituto. Por lo tanto, nuestros pecados de egoísmo, de carácter inamistoso, de indolencia, de malos hábitos y malas prácticas, deben ser eliminados positiva y firmemente. El que se desliga de Satanás no debe dar lugar a sus tentaciones. Consideren las almas que van a Cristo que él es quien lleva los pecados... Que el alma arrepentida se aferre por fe del recurso preparado para salvarla no en sus pecados sino de sus pecados. Cristo, como el que lleva los pecados, debe quitar los pecados y rescatar al pecador de su malsana 953 condición espiritual (MS 56, 1900).
Un puente sobre el abismo.-
El hombre quedó separado de Dios debido a la transgresión; se rompió la comunión entre ellos; pero Jesucristo murió en la cruz del Calvario llevando en su cuerpo los pecados de todo el mundo, y el abismo entre el ciclo y la tierra fue unido por esa cruz con un puente. Cristo conduce a los hombres al abismo y señala el puente con el cual es atravesado, y dice: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame" (MS 21, 1895).
CAPÍTULO 3
1-5.
Ver EGW com. Isa. 3:18-23.
3-4 (Exo. 32:1-6; ver EGW com. Núm. 15:38-39). Los pimpollos y los capullos del orgullo.-
Hay ídolos que se albergan hoy día en nuestras familias y en nuestras iglesias. Esos ídolos tienen sobre nosotros la misma influencia que tuvo el becerro de oro sobre los israelitas. ¿Se escudriñará a sí misma la grey? Los pastores de la grey, ¿harán su obra como fieles centinelas de Dios? ¿Verán qué ídolos están albergando? Cada uno de los que presiden, ¿considerará que debemos ser un pueblo separado y diferente del mundo en lo que respecta a modas en el vestido, la forma de hablar, de conducta? ¿Discernirán la idolatría en asuntos grandes y pequeños, y que ella nos está separando de Dios? Cuando llegan las reprensiones se avergüenzan, pero no se arrepienten. Han tenido gran luz, grandes oportunidades, línea sobre línea y mandamiento tras mandamiento; pero el orgullo brota y florece en sus vestiduras y revela los pensamientos y las intenciones del corazón (MS 52, 1898).
(1 Tim. 2:8-10.) ¿Qué ídolos estamos albergando?-
Esta idolatría del antiguo Israel fue una ofensa para Dios, ¿pero no hay hoy ídolos tan ofensivos albergados en nuestras familias e iglesias, ídolos que tienen sobre nosotros la misma influencia que tuvo el becerro de oro sobre los israelitas? En el profeso pueblo de Dios hay una clara desobediencia en cuanto a las admoniciones dadas por Pedro: "Vuestro atavío no sea el externo . . . "
Ha llegado el tiempo cuando nosotros, en conjunto, debiéramos escudriñarnos para ver qué ídolos estamos albergando, cuando los pastores de la grey debieran hacer una fiel obra como los centinelas de Dios. En el vestido, en la manera de hablar, en la conducta, debemos ser un pueblo distinto y separado del mundo. "Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda. Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad" (RH 7-31899).
La pasión por la ostentación.-
En la raíz de la ruina de muchos hogares se encuentra la pasión por la ostentación. Hombres y mujeres calculan y hacen planes para conseguir recursos con el fin de que puedan parecer más ricos que sus vecinos; pero aunque puedan triunfar en su lucha desesperada, no son verdaderamente felices. La verdadera felicidad brota de un corazón en paz con Dios [se cita 1 Ped. 3:3-4] (MS 99, 1902).
El encanto del valor moral.-
El valor moral tiene n encanto que no poseen la riqueza y las atracciones externas. La mujer que tiene el ornato de un espíritu afable y apacible, tiene delante de Dios una prenda de gran valor, frente a la cual la plata de Tarsis y el oro de Ofir son nada. La desposada de Salomón no se puede comparar en toda su gloria con uno de esos tesoros familiares (HR mayo, 1878).
8.Una suprema reverencia por la verdad.-
"Amándoos fraternalmente, compasivos, amigables". Albergad una reverencia suprema por la justicia y la verdad, y odio por toda crueldad y opresión. Haced a otros lo que queréis que os hagan a vosotros. Dios os prohibe que os favorezcáis a expensas de otro (RH 13-4-1905).
18-20.
Ver EGW com. Gén. 6:3.
CAPÍTULO 4
17.
Ver EGW com. Apoc. 11: 1
19. El Espíritu actúa en los arrepentídos.-
Significa mucho entregar el cuidado del alma a Dios. Significa que debemos vivir y caminar por fe, no confiando en el yo ni glorificándolo, sino buscando a Jesús nuestro Abogado, como el autor y consumador de nuestra fe. El Espíritu Santo actuará en el corazón que está arrepentido; pero nunca puede actuar en la persona vanidosa, farisaica, pues ésta tratará en su propia sabiduría de mejorarse a sí misma. Se interpone entre su alma y el Espíritu Santo. El Espíritu Santo 954 actuará si no se interpone el yo (MS 148, 1897).
CAPÍTULO 5
2-3 (Hech. 20:28). Un amplio campo para los dirigentes de la iglesia.-
Dios no es glorificado por los dirigentes de la iglesia que tratan de arrear a las ovejas. No, no. "Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey". Hay un amplio campo para los ancianos y los que ayudan en cada iglesia. Deben alimentar la grey de Dios con grano limpio, debidamente aventado del tamo, la venenosa mezcla del error. Vosotros los que tenéis alguna parte que cumplir en la iglesia de Dios, aseguraos de que actuáis con sabiduría al alimentar la grey de Dios, pues su prosperidad depende mucho de la calidad de este alimento (MS 59, 1900).
3.
Ver EGW com. Sal. 89:14.
6.
Ver EGW com. Sant. 4: 10.
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