viernes, 26 de septiembre de 2008

COLOSENSES

COLOSENSES
CAPÍTULO 1
Instrucción del más alto valor.-
La manifestación de verdadera bondad es llevar frutos de buenas obras. Esto merece la aprobación del cielo. Leed el primer capítulo de la Epístola de Pablo a los Colosenses. La instrucción que contiene es del más elevado valor. La religión de Cristo hace verdaderamente benévolo a todo el que la posee. No aprueba ninguna mezquindad, ninguna transacción sórdida. Los verdaderos cristianos tienen una nobleza que no les permite realizar ninguna de las acciones despreciables y llenas de codicia que son una desgracia para el que las efectúa (Carta 58, 1900).
Lo que deben ser nuestras iglesias.
Los 918 capítulos primero y segundo de Colosenses me han sido presentados como una expresión de lo que deben ser nuestras iglesias en todas partes del mundo (Carta 161, 1903).
9-11. La voluntad de Dios puede ser conocida.-
[Se cita Col. 1: 9-11.] ¡Cuán completa es esta oración! No hay límite para las bendiciones que tenemos el privilegio de recibir. Podemos ser "llenos del conocimiento de su voluntad". El Espíritu Santo nunca hubiera inspirado a Pablo a ofrecer esta oración en favor de sus hermanos, si no hubiese sido posible que ellos recibieran una respuesta de Dios de acuerdo con el pedido. Pero como es así, sabemos que la voluntad de Dios se manifiesta a su pueblo cuando éste necesita una comprensión más clara de la voluntad divina (Carta 179, 1902).
15 (Heb. 1: 3; ver EGW com. Hech. 1: 11). La perfecta fotografía de Dios.
Tenemos sólo una perfecta fotografía de Dios, y ésta es Jesucristo (MS 70, 1899).
15-17.
Ver EGW com. Juan 1: 1-3.
17.
Ver EGW com. Hech. 17: 28.
19.
Ver EGW com. Fil. 3: 8.
20.
Ver EGW com. Juan 3: 14-17.
26.
Ver EGW com. 2 Cor. 12: 1-4.
26-27.
Ver EGW com. Juan 1: 1-3, 14; Rom. 16: 25; Efe. 1: 3-6; Fil. 2: 5-8; 1 Tim. 3: 16; Apoc. 22: 14.
CAPÍTULO 2
2-3.
Ver EGW com. Efe. 1: 3-6.
8 (1 Tim. 4: 1; 6: 20; 2 Tim. 2: 14-18, 23-26; ver EGW com. 1 Juan 2: 18). La naturaleza es enaltecida por encima del Dios de la naturaleza.-
Nadie puede verdaderamente sobresalir en conocimiento e influencia a menos que esté relacionado con el Dios de sabiduría y poder. . . Todas las filosofías de naturaleza humana han llevado a confusión y vergüenza cuando Dios no ha sido reconocido como todo en todos. . .
Los intelectos más profundos del mundo se confunden y se pierden mientras tratan de investigar los temas de la ciencia y la revelación, cuando no están iluminados por la Palabra de Dios. El Creador y sus obras están más allá de la comprensión limitada, y los hombres concluyen que la historia de la Biblia no es fidedigna porque no pueden explicar las obras y los caminos de Dios partiendo de causas naturales. Muchos están tan resueltos a excluir a Dios en el ejercicio de su voluntad y poder soberanos dentro del orden establecido del universo, que rebajan al hombre, la más noble de las criaturas de Dios. Las teorías y las especulaciones de la filosofía quisieran hacernos creer que el hombre ha surgido lenta y gradualmente, no de una condición de salvajismo, sino de las formas más bajas de la creación animal. Destruyen la dignidad del hombre porque no quieren admitir el milagroso poder de Dios.
Dios ha iluminado los intelectos humanos y ha proyectado un caudal de luz sobre el mundo mediante descubrimientos artísticos y científicos. Pero los que consideran esto desde un enfoque puramente humano llegarán, con absoluta seguridad, a falsas conclusiones. Las espinas del error, el escepticismo y la incredulidad están disfrazadas, pues se las cubre con los atavíos de la filosofía y de la ciencia. Satanás ha ideado esta ingeniosa manera para apartar a las almas del Dios viviente, de la verdad y de la religión. Enaltece a la naturaleza por encima del Creador de la naturaleza (MS 4, 1882).
Cuidaos de las sofisterías humanas.-
La terquedad natural del corazón humano resiste la luz de la verdad. Su orgullo natural en sus opiniones induce a una independencia de juicio y a aferrarse a la filosofia y a las ideas humanas. En algunos hay un peligro constante de llegar a ser inestables en la fe debido al deseo de originalidad. Quieren encontrar alguna verdad nueva y extraña que presentar, tener un nuevo mensaje para llevar a la gente. Pero un deseo tal es una trampa del enemigo para cautivar la mente y apartar de la verdad.
Seremos testigos de uno y otro que inician nuevas teorías en cuanto a lo que es la verdad y sin tener en mente la influencia que la defensa de tales teorías pueda tener en la mente de los oyentes, se lanzarán a la obra de defender sus ideas, aunque esas enseñanzas estén en oposición con la creencia que ha hecho que los adventistas del séptimo día se separen del mundo y sean lo que son. El Señor quiere que los que entienden las razones que tienen para su fe, se apoyen en su creencia de lo que están convencidos que es la verdad, y no se aparten de la fe debido a la presentación de sofisterías humanas. . . [se cita Col. 2: 8] (RH 19-8-1909).
Falsedad mezclada con verdad.-
A medida que nos acerquemos al fin del tiempo, la falsedad estará tan mezclada con la verdad que únicamente los que tengan la dirección 919 del Espíritu Santo podrán distinguir la verdad del error. Necesitamos esforzarnos para mantenernos en el camino del Señor. En ningún caso debemos apartarnos de su dirección para poner nuestra confianza en los hombres. Los ángeles del Señor tienen la misión de velar diligentemente por los que ponen su fe en el Señor, y esos ángeles deben ser nuestra ayuda especial en cada momento de necesidad. Cada día debemos volvernos al Señor con plena certidumbre de fe, y acudir a él en busca de sabiduría. . . Los que son guiados por la Palabra del Señor discernirán con certeza entre la falsedad y la verdad, entre el pecado y la justicia (MS 43, 1907).
9 (1 Ped. 1: 18-19; ver EGW com. Mat. 27: 45-46; Mar. 16: 6; Juan 1: 1-3, 14; Fil. 2: 5-8; Heb. 4: 15). Sufrimientos de la Deidad.-
"En él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad". Los hombres necesitan comprender que la Deidad sufrió y se angustió ante las agonías del Calvario. Sin embargo, Jesucristo, a quien Dios dio para el rescate del mundo, compró a la iglesia con su propia sangre. La Majestad del cielo tuvo que sufrir a manos de fanáticos religiosos que pretendían ser el pueblo con mayor conocimiento sobre toda la tierra (MS 153, 1898).
(Heb. 1: 3.) Un perfecto ejemplo de humanidad sin pecado.-
En Cristo se reúne toda la gloria del Padre. En él está la plenitud de la Deidad corporalmente. Él es el resplandor de la gloria del Padre y la imagen misma de su persona. La gloria de los atributos de Dios se expresa en el carácter de Cristo. El Evangelio es glorioso porque está constituido por la justicia de Cristo. El Evangelio es Cristo desplegado, y Cristo es el Evangelio encarnado. Cada pasaje de las Escrituras del Nuevo Testamento brilla con la luz de Cristo. Cada texto es un diamante tocado e iluminado por los rayos divinos.
No debemos ensalzar el Evangelio, sino ensalzar a Cristo. No debemos rendir culto al Evangelio, sino al Señor del Evangelio. Cristo es por un lado una perfecta representación de Dios, y por el otro es un perfecto ejemplo de humanidad sin pecado. En esta manera ha combinado la divinidad con la humanidad (MS 44, 1898).
9-10 (Juan 1: 16; Heb. 4: 15). Meditemos en el carácter de Cristo.-
En Cristo habitaba la plenitud de la Deidad corporalmente. Por eso, aunque fue tentado en todo como lo somos nosotros, se mantuvo ante el mundo, desde que entró por primera vez en él, incontaminado por la corrupción, aunque estuvo rodeado por ella. ¿No debemos también nosotros llegar a ser participantes de esa plenitud, y no es así y únicamente así como podemos vencer como él venció?
Perdemos mucho al no meditar constantemente en el carácter de Cristo (MS 16, 1890).
10 (Zac. 3: 1-5; Fil. 3: 9; ver EGW com. Mat. 22: 37-39; Heb. 2: 17; 9: 24). El manto de la perfección de Cristo.-
Los seres humanos pueden alcanzar el alto ideal colocado ante ellos mediante el sacrificio de Cristo, y oír al fin las palabras: "Sois completos en él", no teniendo vuestra propia justicia, sino la justicia que él preparó para vosotros. Vuestra imperfección no se ve más, pues estáis revestidos con el manto de la perfección de Cristo (MS 125, 1902).
14.
Ver EGW com. Mat. 27: 51.
14-17.
Ver EGW com. Hech. 15: 1, 5; Efe. 2: 14-16.
CAPÍTULO 3
1.
Ver EGW com. Rom. 6: 1-4.
2.
Ver EGW com. 2 Cor. 4: 18.
3 (ver EGW com. Gál. 2: 20). Elevándonos por encima de la neblina de la duda.-
El alma que ama a Dios se eleva por encima de la neblina de la duda, obtiene un conocimiento experimental brillante, amplio, profundo, viviente, y se vuelve humilde y semejante a Cristo. El que confía su alma a Dios, está oculto con Cristo en Dios. Podrá sufrir la prueba de la indiferencia, de los ultrajes y el desprecio, porque su Salvador sufrió todo eso. No llegará a estar malhumorado y desanimado cuando lo opriman las dificultades, porque Jesús no fracasó ni llegó a desanimarse. Cada verdadero cristiano será fuerte no con la fortaleza ni los méritos de sus buenas obras, sino con la justicia de Cristo que le es imputada por medio de la fe. Es algo grande ser humilde y manso de corazón, ser puro e incontaminado, como lo fue el Príncipe del cielo cuando anduvo entre los hombres (RH 3-12-1889).
(Efe. 6: 16.) Protegidos de los dardos del enemigo.-
Cuando el yo está oculto en Jesús, estamos protegidos contra los dardos del enemigo (Carta 16a, 1895).
5.
Ver EGW com. 1 Cor. 9: 24-27.
8.
Ver EGW com. Heb. 12: 1.
10.
Ver EGW com. Rom. 8: 29; 2 Cor. 3: 18; 10: 5; Heb. 1: 3. 920
20-21.
Ver EGW com. Efe. 6: 4.
23.
Ver EGW com. Mar. 12: 30.
CAPÍTULO 4
6 (Tito 2: 8). Facultades del habla santificada.-
Cuando salisteis de la tumba líquida después de vuestro bautismo, profesasteis estar muertos y declarasteis que vuestra vida había cambiado: estaba oculta con Cristo en Dios. Afirmasteis que estabais muertos al pecado y limpios de vuestros malos rasgos hereditarios y cultivados. Al participar del rito del bautismo prometisteis delante de Dios permanecer muertos al pecado. Vuestra boca debía permanecer como una boca santificada y vuestra lengua como una lengua convertida. Hablaríais de la bondad de Dios y alabaríais su santo nombre. Por lo tanto, habíais de ser una gran ayuda y bendición para la iglesia (MS 95, 1906).
12-13.
Ver EGW com. Apoc. 3: 15-22.

1 comentario:

Arsenio A. Lembert Jr. dijo...

Hector Javier Leon Morales:

Hermano,

Bendito sea El Señor! gracias por hacer este Comentario Biblico en linea. Que Dios le bendiga ricamente, a Ud. y los suyos. Paz y gracia del Padre, hermano Hector Javier.

Cuanto habia yo buscado estos escritos para incluirlos en mi pagina Ultimaadvertencia.blogspot.com,
Gracis de nuevo.

Arsenio A. Lembert Peña,

Maranata.